sábado, 3 de noviembre de 2012

(8) Valparaíso y Pucón, dos chiles que no tienen nada que ver

Tras dos días en el país hemos dedicado los otros dos a conocer una gran ciudad, Valparaíso, y un pequeño pueblo turístico en las montañas, Pucón, 800 kms al sur de Santiago, dos escenarios bien opuestos. 
 
Valparaíso es un gran puerto de unos 300.000 habitantes y una urbe con evidentes problemas urbanísticos, y Pucón solo 22.000  y desde hace un siglo referente turístico gracias a su ubicación, a su lago y a su volcán.

Llegamos a Valparaíso en un bus procedente de Santiago y a última hora de la tarde haríamos el sendero opuesto para en la misma estación coger un bus cama nocturno para viajar toda la noche hasta Pucón. Esperábamos que fuera como el de Tucumán a Mendoza.


La ciudad se encuentra asentada en una bahía rodeada de cerros. La población se instaló junto al mar y fue creciendo por los cerros, hoy totalmente ocupados. Por ello se construyeron 14 ascensores tipo teleférico para posibilitar la movilidad.

El que nosotros usamos, el de Artillería (el nombre recuerda que se construyó para dar servicio a los soldados de un cuartel situado en el cerro) estaba claramente avejentado y admitía solo 14 viajeros en sus dos vagones que hacían ambos trayectos.

Desde arriba se disfrutaba de una vista general de la ciudad y de su puerto sobre una gran terminal de contenedores.

Muy cerquita estaba el Museo de la Armada en un cuidado edificio. Allí se exponía la historia de la creación de la armada chilena en el proceso de independización de España. Curiosamente, para ello recurrieron a prestigiosos marinos ingleses que capitanearon con éxito la guerra contra España en el mar pese a su inferioridad.




Por la tarde pusimos rumbo a uno de los cerros, el Florida, donde se encuentra otra de las casas museo de Pablo Neruda. Tras la de Santiago le tocó ese día el turno a La Sebastiana, que en su momento le compró a un español.



Guarda similitudes con la santiaguesa: construida en altura (cinco pisos a razón de habitación por planta) e incluso en su configuración interior. Tras conocer dos de sus tres viviendas tenemos muy presente la vida del escritor chileno que murió a los pocos días del golpe de Pinochet. Sin embargo el recorrido no resultó tan interesante: aquí no había visita guiada sino que se realizaba con autguía, pero la vivienda estaba atestada de gente y eso complicaba las cosas.
No dejaban hacer fotos en el interior y aquí estamos fuera los tres visitantes; Ana, con un trancazo, se quedó abajo.No obstante, eligió la cafetería La casa del Poeta, que acostumbraba a visitar Neruda, del que tienen una reproducción a tamaño natural sentado en una mesa con el también escritor Vicente Huidobro.
Aunque no hemos querido ni intentado reflejarlo en imagen, Valparaíso nos dejó una impresión contradictoria: la ubicación es magnífica pero sus calles están sucias y gran parte de sus casas deterioradas, incluidas muchas que en su tiempo debieron ser edificios estupendos, de manera especial en los dos cerros que visitamos. Pese a ello supimos después que es Patrimonio de la Humanidad, pero nosotros nos alegramos de haberle dedicado sólo un día.
 Si en Valparaíso  la alerta era por posible tsunami,


en nuestro siguiente destino, Pucón, fue por probables erupciones volcánicas.

Aparte de ello, en Pucón la impresión fue totalmente diferente desde el principio.




Es una localidad construida junto al lago Villarrica y llegamos a primerita hora, después de dormir plácidamente en el autobús. Desde el hotel nos enviaron a desayunar al Cassis, un local espectacular en el que ofrecen de todo. 
 
Desayunamos de maravilla atendidos por un chico amabilísimo. Ana y Juanma recordaron una maravilla de localidad turística de la Provenza francesa donde estuvieron en uno de sus intercambios de viviendas. Se llamaba Cassis y no se les ha olvidado, pero esta vez el nombre se debe a licor llamado Cassis y fabricado con arándanos, que los franceses toman mezclando con champán .
Nos gustó tanto que volvimos por la noche para tomar un tentempié y estaba atiborrado de gente, pero de nuevo muy bien.
Nos dimos una vuelta por la ciudad , llegando  hasta un punto del lago llamado "la poza".


Su gran atractivo es, aparte del lago, (arriba) el volcán (abajo) de solo 2.500 metros de altura pero perennemente nevado (Pucón está a solo 200).




Llegamos hasta la misma base del imponente volcán, al parecer todavía activo.

Subimos en un taxi que nos llevó hasta donde pueden llegar, a 1.400 metros de altura. 
Había bastante gente y una estación de esquí cerrada. Estuvimos un rato disfrutando del paisaje y de la vista, también del lago Villarrica.





Para comer, una vez de nuevo en el centro de Pucón, elegimos un restaurante de pescado, el Ana María, donde comimos bastante bien cosas típicas como ceviche o nuevas como los "locos" que todavía no sabemos qué pescado es. Sorprendentemente nos ofrecieron angulas.
Las rechazamos escandalizados por motivos obvios, pero dejaron claro que eran baratas en Chile. Las probamos y estaban buenas, pero a diferencia de las de España son de tamaño superior.


Al caer la tarde dimos un buen paseo junto al lago, donde existen numerosas viviendas construidas desde principios y mediados del siglo pasado. Es un lugar tranquilo y relajante, aunque este puente de cuatro días (como en España) Pucón estaba atestado disfrutando de sus atractivos, incluido un estupendo comercio.


Nuestro último recuerdo es para el imponente volcán, que vemos desde la habitación del hotel,  Vientos del Sur, que estaba muy bien.






Y a partir de aquí, hoy domingo regreso a Argentina, tras esta breve pero intensa incursión en Chile,  atravesando otra vez los Andes, ahora por esta zona, para llegar a San Martín de los Andes.

5 comentarios:

  1. Mami estás malita? ya te he visto carilla en la foto con Neruda...ponte buena, eh?
    las señales de alertas ya sea por tsunamis o erupciones volcánicas la verdad es que impresionan...y las angulas también!qué suerte!
    besitos

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  2. Menudo viaje que estáis disfrutando. Los dientes largos es poco. Aprovechad lo que queda y cuidado con las señales que asustan!!!.
    Un abrazo.

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  3. Ahora que volveís a Argentina que sepaís que Messi fue padre y que el BARÇA gano al CELTA,ahora que sois hinchas.
    Tengo la sensación de que las señales de peligro son de atrezzo,con lo que así los turistas se pueden dar importancia,aunque veo que a vosotros no os arredran,bueno buena reentre a la casa de Cristina K.,que estoy impaciente por ver el Perito Moreno.

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  4. El Neruda que se ve no parece para nada auténtico. Él debía de haber salido a tomas unas tazas y pusieron una especie de maniquí poco agraciado y con una de sus típicas gorras de payés de Lleida. Es lo que pasa con ese tipo de visitas turísticas a lugares obligados.

    Por cierto que se notan a faltar imágenes de pobres de pedir, quizás por que no vemos, tampoco, iglesias y catedrales. Ni conventos. Y por ahí, de eso, estan pero que muy bien servidos.

    En el Homo turísticus está el verdadero germen de la que será la gran reactivación económica y hay que incentivar, a todo meter, ese menester. El Montoro va a disponer que desgrave, excepto para a los traidores independentistas periféricos.

    Impacientes por veros arribar al Pepito Moreno, lugar solitario donde los haya, ya os lo advertimos.

    Suerte y un abrazo.

    C.C.

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  5. o sea que al final estuvistes en Santiago??? pero publicasteis alguna foto??una de mis mejores amigas vive alli..es chilena..Ana Juanma Pepe me dio vuestro regalo¡¡gracias...
    el bolg esta mejor que nunca..que ya es estar..un abrazo
    cati

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