martes, 6 de noviembre de 2012

(9) El paraíso de los lagos argentinos


Tras la corta estadía de Chile enfilamos los Andes en sentido inverso de nuevo en un autocar. Esta vez el vehículo es argentino y notamos un cambio: en los chilenos tienen un curioso sistema para que los pasajeros vayan tranquilos: una pantalla les informa de la velocidad e incluso suelta un pitido si superan la autorizada (no pueden ir a más de 100 km/h) y además del nombre del conductor. Nos pareció de lo más eficaz. 

Por el contrario, la frontera, Mamuil Malal, conocida como paso Tromen, fue más confusa que la que utilizamos a la entrada.


En el trayecto, montañoso y de bellos paisajes, vimos abundantes bosques de araucarias, y nos explicaron que es el único lugar en el que existen, por éso la zona se llama La Araucanía. Al fondo de la imagen superior, tomada en la misma frontera, se ve el majestuoso volcán Lanín, de casi 4.000 metros de altura, que da nombre al parque nacional argentino fronterizo con esta parte de Chile.


Visto lo lento del sistema de nuevo fue una hora en la aduana, pero nos daba exactamente igual: hacía un buen día, los paisajes magníficos y no teníamos nada que hacer. Ventajas de estar de vacaciones.

El punto de destino era San Martín de los Andes, a la orilla del lago Lácar, un conocido destino turístico. Nos recordó a Pucón, pero puestos a elegir nos quedamos con la localidad chilena.

Pasamos allí un día y tratamos de recorrer el lago perimetralmente, pero no era posible. La montaña llega hasta el agua y no hay sendas ni caminos, pero tratándose de un parque nacional nos pareció razonable .



El lago nos pareció enorme, pero en los días sucesivos veríamos muchos más y de tamaño superior, por lo que todo es relativo. Tenía una playita y algunos barcos fondeados muy cerca, pero ni rastro de un puerto deportivo, quizás por ser una zona protegida.


La ciudad es una sucesión de calles rectilíneas con tiendas, hoteles y comercios, en general viviendas de poca altura y diseño cuidado, la mayoría de madera. Un grupo de batuqueros animaba un céntrico parque.


Al día siguiente nos fuimos en dirección a Bariloche (el nombre completo es San Carlos de Bariloche) en un coche alquilado. El recorrido previsto era realizar la ruta de los siete lagos, en parte por carretera de ripio; comprobaríamos a lo largo de la jornada que termina haciéndose trabajoso. Previamente nos desviamos al paraje Quila Quina, donde residían indios mapuches. 


Originarios de Chile, constituyen hoy día una de las minorías más importantes de Argentina formada por unas 300.000 personas, Lucharon duramente contra los españoles en su momento y residen en un centenar de comunidades de esta región.


La siguiente foto corresponde a un lugar muy publicitado que se denomina Arroyo Partido por un curioso fenómeno natural: Lo curioso del lugar es que un río que trae las aguas de la cumbre del Chapelco se divide aquí.

El cauce de la izquierda se convierte en el arroyo Culebra, que serpentea buscando el río Hermoso para desembocar en el océano Atlántico. Por el contrario, el de la derecha adopta el nombre de Pil Pil y a través de las aguas de lago Lácar desemboca en el Pacífico. Sorprendente.Después empezamos a localizar lago tras lago, a cual más llamativo. A posteriori fue imposible identificar cada foto con el nombre del correspondiente lago.

Pero el de abajo sí se nos quedó pues era uno de los más llamativos: el Machónico (palabra mapuche), nombre que proviene de unos cangrejos que aquí tenían su hábitat.

Llamativo el cartel sugiriendo comportamientos cívicos.
 
Que nadie se piense que son muy atendidos en el país. Ni mucho menos puede calificarse de limpio, pero las carreteras están llenas de cartelones pidiendo que cada uno se lleve sus residuos.


El lago de abajo es el Escondido, denominación obvia ya que está casi oculto por la vegetación. 

Aquí ya circulábamos por ripio en medio de una tremenda polvareda. El viento estos días (y dicen que casi siempre) era fortísimo y lo incrementaba.


Fueron unos 50 kilómetros en los que hubo que cirular entre botes, a 20 ó 30 km/h, cerrando la ventanilla cuando venía un coche de frente para no atragantarnos de polvo. Es muy cansado. Además estaba en obras y a cada rato encontrábamos máquinas y obreros.



Vimos muchas aves extrañas para nosotros. Esta sabemos que se llama bandurria y resulta llamativa pero tiene un graznido agudo y molesto que se oye a gran distancia. También encontramos este gracioso grupo familiar.






La comida tocó a mitad del camino en Villa La Angostura, en un sitio de lo más agradable con mensajes como este:
 

Tuvimos suerte ya que era tarde y el día anterior, en San Martín ocurrió lo mismo y en el sitio donde nos atendieron la comida fue realmente mala, la peor del viaje hasta ahora. Eso sí, el camarero era un pirado del fútbol: había visto el partido del fin de semana entre el Barça y el Celta y seguía también la ligas inglesas e italiana además de la española y la argentina. El lugar donde comimos estupendamente, en Villa la Angostura, se llama Viejos Tiempos.



Y llegamos a Bariloche, una ciudad de unos 100.000 habitantes situada junto al lago Nahuel Huapi. En su plaza central están impresos en el suelo los símbolos de la protesta por los desaparecidos locales de la dictadura argentina con el símbolo de las Abuelas de la Plaza de Mayo.


La ciudad tiene una curiosa catedral de apariencia gótica pese a que se construyó a mediados del siglo XX. Resulta atractiva y se suma a las catedrales que ya conocimos en Salta, Cafayate o Santiago de Chile, que, obviamente, a nuestros ojos poco pueden hacer frente al Románico, por ejemplo. 
 

Otro hecho que nos está llamando la atención es la escasa mendicidad que contemplamos. Sólo en un par de ocasiones nos han pedido dinero y eso que nos movemos por los centros de las ciudades y por sitios de interés para los turistas, que es lo que somos. En este aspecto, mucho menos de lo que vemos a diario en el cenro de Vigo. Sí es extraordinario, a diferencia de otros viajes, la facilidad para entendernos y entablar conversación. Los argentinos son abiertosy extrovertidos y su primera pregunta es siempre la misma: ¿De qué parte de España son?.
La jornada del día siguiente la destinamos a recorrer los alrededores de Bariloche que nos dejó imágenes de postal como la siguiente.
 
Como sólo dependemos de nosotros desechamos la excursión prevista al cerro Tronador, que obligaba a recorrer 45 kilómetros de ripio a la ida y otros tantos a la vuelta. Tras la soba del día anterior nos quedamos con lo más fácil, pero no fue ni mucho menos una equivocación.


 El lago Nahuel Huapi es una enorme masa de agua de 550 kilómetros cuadrados, con una profundidad máxima de 430 metros y una media de 160. Pero no es un lago regular; al contrario, es alargado, tiene grandes brazos de tierra, se giracon y revuelve y conforma un paisaje espectacular. También cuenta con numerosas islas.



Dimos unas vueltas por varios paseos, bastante solitarios como casi todos los sitios a los que vamos. Ciertamente, son lugares conocidos pero estamos en temporada baja y se nota. Nada de multitudes salvo, claro, Iguazú y dentro de unos días el Perito Moreno, pero también en Barcelona, Vigo o Moscú vivimos en tropel.

En uno de estos lugares señalizaban un puente romano... y nos sorprendió. Llegados al sitio, un cartel explicaba que fue construido hace 60 años imitando los puentes romanos del siglo III D.C. En fin, la verdad es que no se parecía mucho a los auténticos a pesar de que en la foto salió favorecido.

También nos topamos con un curioso cementerio del montañés en la base de una gran cerro. Para llegar había que subir una cuesta y no nos imaginábamos una comitiva fúnebre por un lugar tan empinado.


Al final comprendimos, por las lápidas, algunas con fotos, que se trataba de un camposanto de aficionados a la montaña, que optaron por enterrarse al pie de una de ellas. Los textos de las sepulturas explicaban quienes eran y en algunos casos detallaban su pasión por el montañismo. Se encuentra en un lugar apartado y adaptado al terreno, sin vallados especiales salvo troncos caídos y similares. Nunca habíamos visto algo así.



Tras varias horas dando vueltas terminamos en un local llamado Punto Panorámico Melihuen, justo enfrente de un hotel de luxe, el Llao Llao, que habíamos visto por la mañana.


Atendido por un personaje simpático ("tengo las mejores empanadas de toda Argentina", "mi chocolate es el mejor y si no no me lo pague") y cosas así que oímos a diario, solo que el puñetero decía la verdad, estaba todo bueno (por cierto, las empanadas de aquí son nuestras empanadillas).
La vista del lago Nahuel era de cuento y estuvimos un buen rato embobados, contando con la colaboración de una rica cerveza artesanal frabricada en una antigua colonia suiza (fundada por antiguos emigrantes) situada muy cerca.

Y antes de regresar a Bariloche subimos en un teleférico al cerro Campanario, donde también disfrutamos de una vista del lago y de casi la comarca.



El viento de la Patagonia es famoso por su fuerza, por su persistencia y lo implacable que resulta para los habitantes de aquí.

Lo disfrutamos/padecimos todo el día, pero arriba era tremendo, casi nos derribaba, pero eso no restaba un ápice de belleza a la zona.


Y en el ascenso,  dentro de los indicadores de las plantas situadas bajo el teleférico, una sorpresa. 

Nos acordamos de nuestra amiga, de nuestra particular Reina Mora, Irache, a la que enviamos un cariñoso saludo. Quizás ni ella misma sabía hasta ahora que había una planta del mismo nombre.


Y tras estos días aquí mañana salimos en avión para El Calafate y el Perito Moreno. Sabemos que habrá mucha gente, pero estamos  dispuestos a soportarlo para verlo, y si alguién conoce la fórmula para tener un pase privado, que lo diga. Mientras tanto, nos apañamos dentro de nuestras posibilidades. Para despedirnos cenamos espléndidamente en un restaurante de Bariloche, familia Weis . Memorable.

5 comentarios:

  1. De Lago en Lago y tiro porque me toca,se os ve cara de frio pero no os preocupeís que aqui ya empieza el tiempo fresco y así ya volveís acostumbrados a Fraijoolandia.
    No os veo con la camiseta del Barça,pero por si os interesa juega hoy la liga de champiñones.
    Abrigaros bien en el Perito Obama que según las frias lenguas hace un frio gelido en su entorno.

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  2. Oficialmente creo que puedo afirmar que empezáis a darme envidia!! Hoy he vuelto al trabajo después de 6 días de vacaciones y vosotros ahí seguís!!! Por cierto, ya no decís nada de las temperaturas, y parece que empieza a hacer pelete no? Pero bueno, en casa ya hemos empezado con la calefacción :P
    Ale, a pasarlo bien, ya acordarse de las hijas maravillosas a las que hay que traer regalitos también maravillosos!!!! ;-)
    muaaaaaaa

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  3. Ahhhh! Envidia cochina, una vez más!
    Pena que no os coincida con el derrumbamiento del puente del Perito Moreno. Si en los docus es espectacular, imagino como será uno de esos en vivo...

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  4. Hola Chicas/os ,

    Estais muy guapas /os , pero Alfonso con el gorrito de lana (supongo que de oveja Argentina) , está de pasarela .

    Nota: Juanma , no compitas con Alfonso , que luego pasa lo que pasa.

    Bicos y apertas ,para los 4 , desde el Val Miñor y con envidia sana

    O'neill, Hommer y Manolo

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  5. Dice la Maribel que os diga que le está gustando el viaje. Y lo de "Peritodemivida" es "de futbol"? Pero no dice Juanma que no le gusta el futbol? Ni por referencias?. Bueno, ya vemos por las fotos que estais viendo lugares im presion antes, aves preciosas,... Comiendo bien. En fin, que bien se vive cuando se vive bien. Disfrutadlo. Enjoy yourselves! Traedme una geisha, perdón, a la Kirchner, que no está mal y debe estar forrada "honradamente", que no se os resista. Venga. Besos palos cuatro. Maribel y Carlos

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